El joven rico le dijo a Jesús que desde muy temprano había guardado la ley o había sido observador de ella como se aprecia en el idioma original, pero todo indica que a pesar de ello había insatisfacción espiritual en éste joven ejemplar. Jesús le dijo: aún TE FALTA una cosa, lo cuál no era un mandamiento más que se le hubiese escapado, sino que le faltaba el desprendimiento de todo, poniendo su confianza SOLAMENTE EN JESUCRISTO para así poder heredar la vida eterna. Las buenas obras; la Ley, son cosas muy bonitas a la verdad, pero no te garantizan una eternidad segura.
Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Lucas 18:22.